Una revolución de gotas perfectamente formadas, que hace que no sean necesarios los jardines de la Alhambra para que esa unión de pequeñas gotas que caen, formando una flor, nos transmitan la misma sensación de bienestar.
Cuanto mayor es la presión en la toma de esta boquilla, mayor será la velocidad de giro y, por tanto, mayor la altura del cono. Este cono está formado por cientos de gotas girando que, en el caso de llevar iluminación, formarían auténticas perlas de color. Una maravilla en la noche.
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